Mujeres ataviadas con oscuras túnicas y rostros cubiertos por la mascara o burka., están entregadas a interminables tareas de tejer sueños. Esas mujeres sentadas bajo la limitada sombra de una carpa en el desierto, hoy solo se ven en exhibiciones que celebran la tradición beduina. Eran tejedoras de mantos, con figuras que reflejaban sus sueños sus temores y sus esperanzas.
En el pasado apenas se les veía en los desiertos emiraties y omanis, mientras sus hombres salían a enfrentar las inclemencias del sol, en busca de un poco de agua y en defensa de un pequeñoy arido territorio en el desierto. . Hoy la Unesco quiere preservar su cultura y tradición como "herencia cultural intangible" del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario